domingo, 8 de marzo de 2015

F.A.K.K. 2 — KEVIN ESTAMAN Y SIMON BISLEY

Bajo este acrónimo, Kevin Eastman y Simon Bisley sirven un insípido condimento que intentan especiar, sin embargo, con las sinuosidades eróticas de la modelo Julie Strain Eastman, ‘protagonista’ de esta cinta de animación, y con cuya presencia esperaban hacer “madura” y provocativa (como estigma de superior calidad) una propuesta de evasión que no llega a ser tan eficaz como presumía merced al arte promocional de Bisley.

Imagino, empero, que hay un nutrido delta de espectadores que encontrarán excelsior! F.A.K.K. 2. Personas con gusto muy tolerante, y elevados niveles de testosterona, que se contentan con este decantado de violencia extrema pero bastante absurda, motivada por uno de los Grandes Argumentos Narrativos: la venganza.

Ésta parece justificarlo todo. Esta vez, los disparatados desmanes dibujados y animados en pos tanto de nuestra atención como de una interesante recaudación que lucrara a los aventureros Eastman/Bisley.

No creo que, en números, F.A.K.K. 2 (¿fuck you, quizás?) fuese óptimamente. Es un malabarismo narrativo que conjuga elementos que, por su primitivismo, armonizan de algún modo. Se apela al misticismo, a cultos remotos, artefactos poderosos que otorgan poder a costa de la cordura, a viajes estelares que recuerdan numerosos ejemplos previos, tanto de las viñetas como de los filmes, a bárbaros Mundos Exteriores donde la violencia desatada e insensata es recurso válido, pues de esto van aquí… el ya citado erotismo de Julie Strain para redondear la jugada.

Un vigoroso andamiaje mas un poco locamente ensamblado que irrita el rigor de quienes se matan intentando presentar una historia con la mayor coherencia posible como manifestación de profesionalidad.

F.A.K.K. 2 corre el riesgo (y suerte, parece), de Tygra, el fallido proyecto de Balshi/Frazetta, que, desde un lienzo fantabuloso de pinturas y bocetos cautivadores (obra de Bisley, en este caso), luego en fotogramas flojea; aun decae. Pierden la garra de la imagen fija que permite al lector imaginar pagos y hechos que luego no tienen reflejo en la pantalla.

Tampoco posee pretensión “aleccionadora”, moraleja, F.A.K.K. 2. Puro esparcimiento para adultos que, sin embargo, pueden encontrar mejores opciones de ver lo que “casi” cuenta esta animación en otras cintas. F.A.K.K. 2, no obstante, merece estar pues tiene el poder de, sin ser genial, generar genialidad. Sus ideas desaprovechadas provocan ser recicladas en otro contexto y otra protagonista. Y su existencia hace que películas similares, aunque de mejor acabado, se realcen hasta rozar la majestad.

Pero, para dar contenido a la reseña, digresión sobre la médula de F.A.K.K. 2. John Ford, el hombre que hacía westerns, declaró que la venganza prueba a su ejecutor. Son palabras interesantes. Deben ponderarse cuidadosamente.

Es obvio que, frente al agravio o la agresión, nuestro instinto natural es replicar. ¡Venganza! Un millar de turbulentas fantasías cruzan nuestros sesos, bullendo de ira. Desde la respuesta inofensiva (tocar el timbre del ofensor) a la salvajada: el gollete de botella clavado en la cara, el atropello, la paliza, un conjunto de visiones delirantes.

Pero henos aquí, en el momento de ejecutar la venganza. El ofensor, a tiro. En idóneas condiciones. De película. (Esto también merece valorarse. El cine, la ficción en general, ha contribuido notablemente a relativizar la violencia. Su efecto. Hace que la venganza sea un trámite simple como expedir una carta. Esto imposta en la mente del colectivo.) ¿Atacamos? O, en el último momento, ¿retrocedemos?

¿Dejamos a Dios, el ka, el karma, el golpe funesto? El problema es lo que late en nuestras arterias. Quiere ¡YA! retribución. Es genético.

Pero… ¿y luego? O más propiamente: tu condición moral ¿soportará la secuela? Has sido víctima de una notable ruindad. El acto delata la condición del ofensor. Su inclinación al Mal. Alguien que procede así puede vivir de ese modo pues la vileza es su auténtica naturaleza.

¿Puedes tú? ¿Qué futuro tormento íntimo produce saber que has caído a su nivel? La venganza prueba a su ejecutor. ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar; tienes la constitución capaz de realizarlo; de soportar después posibles remordimientos?

Imagino que hay venganzas y venganzas. Algunas no se ejecutan por mor de ese último escrúpulo moral. Mantener la paz de espíritu. El respeto ajeno. Se confía, quizás bien, quizás neciamente, en que un Poder Sobrenatural Superior se encargará. Otras venganzas, empero, son inexcusables. Tasado el grado de daño recibido, se sepultan los escrúpulos y se actúa. Tal vez después encontremos cómo sobrellevarlo. Un argumento plausible que nos concilie con nosotros mismos.

La neumática protagonista de F.A.K.K. 2, llevada al extremo de agresión al ser amado y el idílico entorno masacrado por el enajenado habitual del relato de este tipo, no tiene problemas morales/mentales al proceder. A balazos y cuchilladas. Transformada en una Asinja belicosa, la andróctona definitiva, arrostra los vesicantes peligros de mil Mundos Exteriores letales, capaces de triturar al más despiadado guerrero.



Esto es cuanto contiene F.A.K.K. 2. Peleas, escenarios ‘exóticos’ alienígenas y un relente de argumento. Precario riel por donde circula un producto deleznable, únicamente notable por las soberbias pinturas de producción de Bisley destinadas a su publicidad.