Cubierta del tomo comentado |
Carlos
Pacheco y Rafael Marín, aportan, junto a José Omar Ladronn y Jorge Pereira Lucas, otro jalón a las
andanzas de Los Inhumanos, singulares personajes creados por Stan El
Hombre Lee y Jack El Rey Kirby (¡vaya falta de
autoestima reflejan esos apodos autoimpuestos!), relato que destaca por poseer rasgos
propios de la vieja, corrosiva y zalamera Europa, complementado por la riqueza
que engendra una considerable cantidad de lecturas, más o menos correctamente
asimiladas.
Confiamos en la declaración del dibujante
Pacheco, escrita en el prólogo, donde afirma que esta “novela gráfica” (más
bien, comic-books agrupados en
nuestro país bajo tapa dura, cuan marchamo de calidad) pasó numerosos tamices
antes de obtener el V.B. de Marvel
y poder publicarse.
El dato sugiere que el paladar
estadounidense no estaba “preparado” para degustar las acideces del socarrón
carácter español, europeo por ende (más pragmático, bregado con la Historia y
sus reveses), y recibió una pátina de edulcorante a fin acomodar la narración a
la a la idiosincrasia del país de la tarta de manzanas y otras virtudes.
Atentos a la importancia de estas cubiertas |
Aunque… información reciente puede
(repito: puede) desmentir esto.
La saga también constata qué sed de Star-Lord
ambos artífices del proyecto tienen. Cierto es que ese Faetón de guardería (al menos, tanto desprende la lectura de sus
orígenes de Década 70) da para relatos. Según, claro está, quien los escriba.
Ellos dos…
Ahora dejaremos a un lado las reflexiones
propias a realizar sobre tebeos claramente ‘inspirados’ en Los Metabarones (¡Cristo!
Sólo debemos contemplar las portadas, y el enjuague de numerosas viñetas, ora
dibujadas por Ladronn, ora Pereira, para verificar esta afirmación), en un
esfuerzo por brindarnos un esparcimiento competente y que, ante todo, se
dignifique ante trabajos contra los que, en hipótesis, debieran competir,
dentro o fuera de la Casa de las Ideas
(de Mickey Mouse), para centrarnos
en la labor general de Marín y Pacheco.
A éste no podemos negarle la grandeza de
su trazo; lo ha situado en lo más alto de la Historia de la Historieta…
extranjera. En nuestro país ¡lo aclaman! sólo porque publica en las grandes
empresas del cómic. La cicatería nacional al respecto es abominable, dolorosa,
y fuerza a nuestras mejores firmas a emigrar.
Luego sale el oportunista de turno que
¡lamenta! que esto suceda; ¡la manida fuga de cerebros! Espérate: se adueña de
ti este afán de crear/ilustrar, y debes darle salida como sea. Emplearte en
labores crematísticas ramplonas es una necesidad ineludible. Lo suyo es, AHORA,
exigir el mismo apoyo que reciben autores de cómic (por centrarnos en la materia)
foráneos. Dejar de ver el medio (alias Noveno
Arte) como una cosa pueril y para inmaduros.
Porque aquí es cuando la copia se la llama "homenaje" para despistar a los incautos |
La historieta desprende ejemplos de
madura producción altamente competitiva con lo que pudiéramos definir “alta literatura”. Mas tiene ese baldón
de infantilismo, que…
Sobre Marín la cosa toma otro cariz.
Ciertas informaciones (confiamos no
sean tendenciosas) declaran que uno de los escritores/pilares de la ciencia ficción
patria no ha logrado vender más que tres decenas de ejemplares de su última
novela publicada del género. Treinta
libros. De nuevo pidamos rigurosidad al dato. ¿Qué está pasando aquí? Es
ciencia ficción. Es Marín. Es casi la
ciencia ficción española. Este señor cuenta con una vasta legión de
seguidores-admiradores en su red social, poderoso púlpito personal desde donde
lanza (por no decir agrede) toda suerte de diatribas culturales/filosóficas
sobre la obra ajena, obteniendo el apoyo de su claque despeinada.
…tan fieles al Maestro que ni compran
sus libros. (Siempre que sea exacta la cifra antes mencionada, recalco.)
¿Para qué quiero fans así, que sólo ‘pasean’
por mi red social personal para leer cómo lapido obras ajenas, tirándole cuanto
denuesto tengo a mano, si llegado el momento de la verdad (la compra) me
ignoran?
Pero, bueno: lo importante es disfrutar con el resultado final |
Tanto Pacheco como Marín (en tándem,
ahora) tienen otro “fallo” a citar. Y este es más serio. Nuevas informaciones afirman
que aquellos guiones de Marín para Los 4 Fantásticos no vieron la luz
hasta que Jeb Loeb no modificó los
diálogos, y parece ser, viñetas (léase: páginas enteras). El beneficio de la
duda nos tira a pensar que era cuestión de idiosincrasia, aunque siguen insisten
en que lo ofrecido por Marín a Marvel
no tenía la calidad necesaria para ser ilustrado. (Demasiado malicioso estimo
eso.)
¿Qué les lastra? La total incapacidad
para crear algo genuino. Influenciado
quizás, pero con aspiraciones a propio.
No pueden. Estos Inhumanos desarrollan
conceptos creados por alguien. Su Iberia, Inc. no deja de ser traslación
de supergrupos mainstream con acento hispánico. Copiando (¡cuidado, peligro!)
características de esos superhéroes. No inspirándose en ellos: copiándolos.
¿Merecen el crédito que acopian, ante
esta argumentación que exhibo? Considero, más bien, cosa a lamentar que no
tengan NADA PROPIO que contar. Pero el número de jaleadores desmiente mis
palabras. Claro, que cobran fuerza si consideramos que estamos hablando de
gente que no compra los libros del Maestro
de la bahía de Cádiz…